lunes, 27 de junio de 2016

Aún falta pelo pal moño

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
"Aunque avanzamos aún falta pelo pal moño", ha escrito en Twitter un líder de las FARC colombianas hace unos días, intentando controlar prudentemente las negociaciones de paz que pueden poner fin cercano a la guerra -¿civil?- que vive el país desde hace medio siglo, con decenas de miles de muertos y centenares de miles de violaciones, por citar alguna de las salvajadas, lo oí por la radio pero no recuerdo el número.
No pocas lecciones se podrán sacar de este proceso de paz, la primera que el mundo no camina necesariamente hacia el desastre, impresión que se extrae de la lectura diaria del periódico y de las palabras de los extremistas que se reproducen como esporas, los extremistas y sus palabras.
Otra lección: las negociaciones tienen una página web, asombrosamente con contenido y actualizada, bajo el título de Mesa de conversaciones para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera en Colombia, ahí se encuentra el acuerdo preliminar firmado en 2012, un buzón electrónico para enviar propuestas a la mesa, los comunicados conjuntos, un Informe de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, con 14 ensayos de expertos y de dos relatores, “insumo fundamental para la comprensión de la complejidad del conflicto y de las responsabilidades de quienes hayan participado o tenido incidencia en el mismo, y para el esclarecimiento de la verdad”; transparencia y comunicación, se puede definir lo anterior,
Aún debe faltar pelo para ese moño, pero va tomando forma, ya tiene una buena mata.
La frase es aplicable a otros ámbitos.
Leyendo análisis sobre intención de voto de cara a las elecciones generales en España del 26J se aprende que no se puede hablar de juventud como un todo homogéneo, los jóvenes son variopintos, votan a todos los partidos, aunque aparece una orientación más frecuente hacia Podemos y Ciudadanos, pero también hay jóvenes socialistas y conservadores.
Escuchando a una especialista en terrorismo del Instituto Elcano se aprende que el perfil del terrorista yihadista es... que no hay perfil, el colectivo es heterogéneo.
En el mismo seminario sobre seguridad en el que participaba la especialista anterior, un arabista francés, estudioso del tema y aficionado ultra a Camarón de la Isla, defendía -y comparto- que todos los terroristas son conversos a una ideología totalitaria que poco tiene que ver con sus antecedentes religiosos, familiares, políticos.
Para entender a los colombianos, los jóvenes y los radicales se pueden aplicar mecanismos de aproximación y resolución de conflictos.
La política en muchos casos se limita a describir problemas y se queda ahí, hay que obligar a concretar y actuar.
Por ejemplo, las actuaciones que se realicen para prevenir y detectar la radicalización, que requiere el fortalecimiento de los servicios sociales, pueden ser útiles para conocer e intentar controlar casos como el de un aficionado norteamericano a las armas, de un británico exagerado partidario de la insularidad de la isla, de un fanático que se acoja a la sombra del Dáesh, esté en nómina o sin que haya tenido contacto alguno; o de un cuarto que de desfogue quemando contenedores de vidrio y papel.
La juventud, el radicalismo islámico, el Estado, la Nación, los ejércitos, los de arriba y los de abajo, son abstracciones difíciles de comprender, categorías genéricas que entran de primeras muy bien pero que resulta arriesgado definir con un brochazo a todos sus componentes.
Reducir las personas a categorías es una primera aproximación, pero insuficiente. Hay que acercarse más. Sin llegar a establecer fórmulas con ocho apellidos vascos.
Para la formación del próximo Gobierno español, sin conocer en el momento de escribir estas líneas el resultado de las elecciones, aún falta pelo para el moño, aunque se puede ir avanzando juntando algunos elementos como la transparencia, la comunicación, las personas, la empatía.
No hay moño sin una cabeza que la soporte ni persona debajo.

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lunes, 20 de junio de 2016

Sykes, Picot, Rajoy y Pablo Iglesias

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
Se cumple un siglo del reparto entre Francia y Reino Unido de Oriente Próximo, afirmación que se deriva de la firma en mayo de 1916 de un acuerdo entre dos diplomáticos llamados Sykes y Picot, los dos con grandes bigotes.
Se adjudica al documento, secreto, filtrado por Lenin un año después a la prensa rusa y británica, el diseño de las fronteras de la zona, aunque se trate de un proceso más amplio en el contexto de la descomposición a cañonazos del Imperio otomano en la Primera Guerra Mundial.
El marco del acuerdo incluye promesas a árabes y judíos de crear una estructura política soberana y habrá que esperar algunos pocos años para que vayan surgiendo las fronteras conocidas de Palestina, Líbano, Siria, Irak, Jordania; por supuesto, fronteras todas coloniales y arbitrarias.
El gran reparto sí está ahí, el detalle tendrá que esperar al final de la guerra en 1918, incluso a la formación de la Turquía moderna que altera las previsiones por el norte.
Además del centenario, la actualidad del acuerdo Sykes-Picot se explica por la expansión en la zona del autodenominado Estado Islámico (Dáesh en acrónimo árabe), responsable parcial de haber borrado algunas de esas fronteras que, dicho sea también, nunca hubiera sido posible sin la desintegración previa del Estado iraquí por la conocida invasión norteamericana de 2003 en compañía de algún otro en la coalición de apoyo.
Luchando contra la imagen de Peter O'Toole y Omar Sharif que tanto confunde sobre la historia real, aparcando que Napoleón conquistó Egipto en 1798 o que Francia desembarcó tropas en las costas que acabarían siendo libanesas ya en 1860, no hay duda de que el acuerdo de 1916 es un referente reconocido del colonialismo occidental en Oriente Próximo y como tal es utilizado por el Estado Islámico: "este acuerdo se convirtió en un símbolo de la fragmentación impuesta a los musulmanes", dicen que ha escrito el Estado Islámico en un comunicado coincidente con el centenario, aparecido en una de las publicaciones oficiales que dicen que tiene.
"Los combatientes tumbaron las fronteras sobre el terreno después de destruirlas en los corazones y las mentes", prosigue el Dáesh, y aquí llega el nuevo Califato, "el anuncio fundamental, poniendo fin a todas las formas de la desunión y la división entre los musulmanes, ya sea creada por las fronteras artificiales, fabricada por gobernantes ilegítimos o inventada por facciones y organizaciones".
Tenemos pues la habilidad conocida del Dáesh para utilizar la historia, si bien con unos objetivos geográficos claramente exagerados dada la extensión del mundo islámico y sobre todo por la potencia de fuego de sus numerosos enemigos.
Es cierto en cualquier caso que la desestabilización de Oriente Próximo sí ha encendido algunas alarmas sobre la hipotética destrucción de las artificiales fronteras de 1916 y su posible sustitución por otras aún más artificiales.
Ante el fracaso de los árabes para gobernarse a sí mismos, especialmente los que han vivido experiencias socialistas, se nos quiere transmitir, al margen del colonialismo y las intervenciones militares foráneas, hay que decir sin embargo que las fronteras de Oriente Próximo han sido más estables en los últimos 100 años que las de Europa, pensando en las alemanias, la desintegracióin de la URSS, la partición de Checoslovaquia o la implosión de Yugoslavia, sin contar con retoques fronterizos tras las dos grandes guerras europeo-mundiales.
Aprendices de brujo siempre aparecen sugiriendo divisiones estatales por comunidades culturales, algo que solo existe al parecer en el Reino de Bután. En el planeta hay cerca de 200 estados y unos 6.000 idiomas, lo que refleja que esto de identificar Estado con una única nación es la madre de todas las ficciones, utilizando una de las formas del árabe para expresar el superlativo.
Siguiendo algunos de muchos cables que lanza José Álvarez Junco en todo lo que escribe, habría que aclarar que nación sería "un conjunto de seres humanos entre los que domina la conciencia de poseer ciertos rasgos culturales comunes y que se halla asentado desde hace tiempo en un determinado territorio, sobre el que cree poseer derechos y desea establecer una estructura política autónoma".
Por su parte, "el Estado es el conjunto de instituciones públicas que administran un territorio determinado, dotadas de los medios coactivos necesarios para requerir la obediencia de los habitantes a las normas por ellos establecidas y para extraer los recursos necesarios para la realización de sus tareas".
"La pretensión de asimilar, sin más, estados a naciones es insostenible", añade Álvarez Junco, siempre con matices que no caben aquí.
En todo nacionalismo hay un componente de voluntad política de un grupo y también una parte importante de construcción cultural, incluso fechable en el tiempo, invención de ancestros, mitos y símbolos donde se incluyen banderas, himnos y hasta idiomas; el turco, catalán, euskera, hebreo que conocemos son un resultado de laboratorio.
Parte realidad cultural y política y parte inventada, aunque estos tiempos no parecen propicios a la creación de estas cosas, se fabricaron casi todas en el siglo XIX, y los nacionalismos más exitosos se formaron en una época de cierta expansión (económica, colonial), con la ayuda inestimable de algunas guerras mundiales que siempre cohesionan al grupo.
Cabe concluir que el nacionalismo goza de buena salud, a pesar de anclarse en una homogeneidad de sociedades que no existe en la realidad, que no parece muy útil en la globalización, aunque no tenemos aún reemplazo. También mantiene el tipo la afición a dibujar y redibujar mapas, siempre con gente dentro que la escala utilizada no permite percibir.
Y con todo lo anterior llegamos a la campaña electoral de las elecciones generales hispanas de junio de 2016, con Podemos declarándose patriota para indignación más o menos sincera de quienes creen tener registrada la etiqueta.
Una primera interpretación es que el nacionalismo español aparece siempre en cualquier campaña electoral, esto es una constante y por tanto no es novedad. Rajoy envuelve con la bandera su infalible fórmula de austeridad + corrupción, Pedro Sánchez puso la bandera de fondo de mitin para indignación de militares en la reserva y Pablo Iglesias se suma al carro para limpiar sus antecedentes venezolanos y griegos (difícil tarea, más del 40% de los conservadores de EEUU creen hoy que Obama es musulmán y ni enseñando la partida de nacimiento ha convencido totalmente de que es norteamericano).
Las variantes tradicionales son el nacionalismo étnico, con un pueblo elegido detrás, una categoría algo desprestigiada por los nazis, y un nacionalismo cívico (patriotismo constitucional se hablaba en tiempos de ZP) más ligado a valores democráticos, derechos y libertades de una ciudadanía diversa en sentimientos, con alguna dosis de redistribución de los recursos.
Dice un vídeo electoral del PP: "La formación de gobiernos extremistas pone en riesgo la unidad de España. Han propiciado la división de los españoles y el ataque a nuestros símbolos constitucionales".
Dice Rafael Simancas (PSOE): "Para una persona de izquierdas, la patria está en la caja única de la Seguridad Social, que recauda cotizaciones sociales de grandes asalariados en Barcelona y paga pensiones en Parla. La patria está en la agencia tributaria que cobra impuestos a millonarios en Bilbao y paga subsidios de supervivencia en Jerez".
Dice Julio Rodríguez (Podemos): "La derecha nos ha robado la palabra patriotismo. Cuando estás cerca de la gente y la defiendes, o aspiras a hacer políticas para el bien común y no para servir a determinados intereses, hablamos de un acto de patriotismo".
Firmo al pie de los dos últimos: la patria la forman impuestos compartidos y personas como ingredientes principales, el resto es aderezo.

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lunes, 13 de junio de 2016

Libertad sin ira


Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
El diputado del Partido Popular por Cuenca Rafael Catalá, funcionando los últimos meses como ministro de Justicia, ex director general de Función Pública con un ministro llamado Rajoy, ex secretario de Estado de Infraestructuras con una ministra llamada Pastor, fue entrevistado hace no mucho en Radio Nacional de España y se le dio la oportunidad de elegir un tema musical de despedida; eligió  "Romance de Curro El Palmo", de Joan Manuel Serrat, interpretado por Antonio Vega ("Ay, mi amor, sin ti no entiendo el despertar...").

Dicen los viejos que en este país hubo una guerra
y hay dos Españas que guardan aún,
el rencor de viejas deudas.

En estos momentos, las hormonas de dos adolescentes en algún rincón de España van dando saltos como cachorros de perro al ritmo de la música que comparten, y eso les unirá hasta la edad adulta aunque entonces defiendan una ideología política opuesta, aunque sean funcionario de prisiones y preso, asesino y víctima, consejero delegado y conductor.

Dicen los viejos que este país necesita
palo largo y mano dura
para evitar lo peor...

Hubo tiempos de canción protesta cuando los cantautores parecían poder cambiar la realidad a guitarrazos y Luis Pastor hacía temblar el Plan General de Ordenación Urbana. Hay música que une, fondos musicales de ascensor y también recursos musicales teatrales. Por la versión radiofónica de Estrella Digital descubro que Ronald Reagan ganó las elecciones con fondo sonoro de Bruce Springsteen.

Pero yo sólo he visto gente
que sufre y calla
Dolor y miedo

Los miembros de un partido conservador hispano canturrean, dan palmas y bailotean con el sano objetivo de hacer festivas y creíbles sus piezas de teatro, al ritmo de una canción idealizada, que muchos identifican con su juventud lejana y sitúan en un momento histórico en el que no se tenía conciencia de esa historia, cuya autoría atribuyen erróneamente a un político que había decidido crear un fondo musical para una ceremonia de suicidio colectivo que nunca se produjo.

Gente que sólo desea su pan,
su hembra y la fiesta en paz...

Cuentan los periódicos de la época que a orillas del Turia algunos de esos conservadores recibieron al Papa de más allá de los Alpes con grandes golpes de pecho, mientras se enriquecían facturando a doble coste la puesta en escena, el ceremonial más elaborado de la época.

Libertad, libertad, sin ira libertad,
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad,
y si no la hay sin duda la habrá.

Algunos de aquellos respetables ciudadanos compaginaban el fraude con su atareada agenda de presencia constante en los medios de comunicación y parlamentos donde pontificaban sobre el fin del mundo del vecino y el paraíso terrenal de su escalera. Su formación e inteligencia les acreditaba pericia suficiente para financiar con los recursos de la comunidad de vecinos sus propias fechorías.


Dicen los viejos que hacemos lo que nos da la gana,
y no es posible que así pueda haber
Gobierno que gobierne nada.

En la primavera del 16 algunos gobiernos regionales tuvieron la osadía de hacer públicas sus intenciones, destinar más recursos públicos a las escuelas públicas y congelar los fondos también públicos que recibían las privadas, lo que enojó enormemente a aquellos conservadores de doble personalidad.

Dicen los viejos que no se nos dé rienda suelta,
que todos aquí llevamos
la violencia a flor de piel.

Dispuestos a desfacer agravios, socorrer viudas, amparar doncellas, de aquellas que andaban con sus azotes y palafrenes y con toda su virginidad a cuestas, de monte en monte y de valle en valle -robando palabras a don Miguel-, la muchachada conservadora tomó la calle en manifestación, una costumbre intermitente que practicaban y olvidaban según las legislaturas, ahora recuperada por la enseñanza católica.

Pero yo sólo he visto gente muy obediente
hasta en la cama.
Gente que tan sólo pide
vivir su vida, sin más mentiras y en paz...

Por momentos, las andanzas de muchos integrantes de aquella panda conservadora recordaban a otras aventuras de un loco que paseó por la Mancha, pero era una falsa analogía. Don Quijote creía en lo que hacía y no pretendía engañar a nadie. Sus imitadores de tercera bien sabían que tenían una doble vida y únicamente parecían sinceros aquellos pocos que eran detenidos en el preciso segundo que veían claramente y no conseguían comprender cómo iban a pasar una temporada en la cárcel.

Libertad, libertad, sin ira libertad,
guárdate tu miedo y tu ira,
porque hay libertad, sin ira libertad,
y si no la hay sin duda la habrá.

Pasadas alrededor de cuatro décadas, un cronista hizo un cálculo matemático y descubrió que más de veinte millones de sus contemporáneos, cuatro de cada diez, no habían nacido cuando las radios comenzaron a emitir la cancioncilla de marras.

Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá.


Aquí se puede contemplar al PP valenciano cantando por Jarcha en una manifestación el pasado 22 de mayo en defensa de la enseñanza privada. Se advierte al lector de que el vídeo puede producir adicción, lleva 150.000 pinchazos.

Libertad, libertad, sin ira libertad,
guárdate tu miedo y tu ira,
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá (bis).

Si el PP intenta apropiarse de la Transición y Podemos se declara ahora socialdemócrata quiere decir que se hace necesario encontrar nuevas etiquetas para clasificar la realidad política, las conocidas no funcionan o no reflejan; tampoco queda claro el matrimonio entre música y orientación política, más allá de la sintonía generacional.

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lunes, 6 de junio de 2016

Gestores de la Seguridad Nacional

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
El Roto en El País, 26-5-2016.
El Consejo de Seguridad Nacional acaba de aprobar el Informe Anual de Seguridad Nacional correspondiente al año 2015. Lo anterior se puede expresar de otra manera: el Gobierno ha difundido un informe que recopila su actuación en materia de seguridad durante el año pasado.
La primera modalidad anima a encontrar un análisis objetivo y actualizado sobre riesgos y amenazas a los que se enfrenta nuestro país y su respuesta; el resultado se acerca más a un informe de gestión, es decir, que el analizador y el analizado coinciden, son los mismos, con domicilio postal en Moncloa. "2015 ha resultado un año muy prolijo en iniciativas cumplidas", afirma, "respuesta eficaz de los poderes públicos a los retos de seguridad", se puede leer con generosidad de adjetivos.
En el informe se encuentra información sobre terrorismo yihadista, crisis de refugiados, casi toda la actuación de las Fuerzas Armadas, aparece un sorprendente incremento de la actividad de otros servicios secretos en España escondidos bajo actividad empresarial, y luego mucho tema polizón.
De acuerdo con la Estrategia y la posterior Ley de Seguridad Nacional de septiembre de 2015, el referido informe debiera ser presentado y debatido en sede Parlamentaria, que por los tiempos electorales que vivimos pasará para mejor ocasión, al igual que la obligada comparecencia parlamentaria que normalmente en el mes de diciembre el ministro de Defensa debe realizar para informar y debatir sobre operaciones de las Fuerzas Armadas en el exterior; ni una ni otra.
En la mini-legislatura de cuatro meses finalizada sin acuerdo de investidura el Parlamento creó una comisión mixta Congreso-Senado de Seguridad Nacional, presidida por María Dolores de Cospedal, que no se llegó a reunir pero que será el probable escenario para presentar futuras ediciones del mencionado balance de gestión.
Sobre contenidos, el Gobierno tiene interés en destacar que la legislatura 2012-2015 ha sido la primera en democracia sin atentados terroristas en territorio nacional, sin mayor explicación ni mención al fin efectivo de ETA en octubre de 2011, que alguna relación puede tener. Con todo la ausencia de atentados no se compadece con el nivel de alerta antiterrorista casi máximo y la excitación permanente de sus responsables.
En el marco de las amenazas, se informa de que el número de detenidos acusados de vinculación con el terrorismo yihadista se ha multiplicado, 75 en 2015, el doble que un año antes.
Para calibrar el asunto habrá que esperar a la Memoria de la Fiscalía correspondiente al mismo año, ya que la de 2014 mostró que el 90% de los detenidos no acaban condenados y que en términos de condena final por los jueces, hace dos años el terrorismo independentista gallego era un problema mayor en nuestro país que el terrorismo radical de ropaje islámico.
"Una evaluación general de lo acontecido en el año 2015 nos indica cierta asimetría entre los distintos ámbitos de la Seguridad Nacional", se nos cuenta. La traducción es que el informe habla de seguridad, del "recrudecimiento del fenómeno de la radicalización y el terrorismo internacional y la crisis humanitaria y de refugiados que está azotando a toda Europa" y luego marcha alegremente por otros ámbitos de la gestión política que los redactores reconocen que no pesan lo mismo.
Sobre refugiados, se menciona "la elaboración del Protocolo integral de acogida e integración
de los solicitantes de protección nacional", y otro "Programa Nacional de Reasentamiento de Refugiados en España para 2015",  sin resultados conocidos.
"Los datos de recuperación económica, resultantes del esfuerzo colectivo efectuado por las Administraciones Públicas, el sector privado, y la sociedad civil en su conjunto, resultan muy positivos. En el terreno del optimismo se sitúa asimismo la seguridad energética. Las iniciativas de interconexión ya comenzadas son un primer paso muy importante en la consecución de una aspiración de suma relevancia estratégica para España: la unión energética europea".
Si se incluye la coyuntura económica en un concepto amplio de seguridad -se presume de crecimiento del PIB, reducción del déficit, lucha contra la corrupción y el blanqueo, del rescate a la banca- no estaría mal introducir en futuras ediciones información sobre seguridad laboral, precariedad del mercado de trabajo, dependencia, servicios sociales y gasto en I+D, cooperación al desarrollo, violencia machista y muchos otros.
Al margen de yihadismo y refugiados, otros contenidos al menos sorprendentes en un informe sobre seguridad es el avance de los trámites electrónicos con la Administración ("España es un país moderno") y los cambios legislativos son todos excelentes (reforma del Código Penal y la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal)
Un acierto del informe es incluir la corrupción en el capítulo sobre el crimen organizado, 2.400 detenidos en un año, donde aparece como principal versión el fraude a la Seguridad Social con el 16% de esa actividad delictiva; la respuesta es menos ambiciosa, aquella Oficina de Recuperación y Gestión de Activos que se montó para la foto en prensa de la que nada se dice sobre su funcionamiento.
Aparte de la oportunidad electoral y la integración de contenidos muy discutibles, el informe puede recibir dos enmiendas de cierta importancia: una de ellas, lo realizado en prevención; la segunda, que la seguridad nacional sólo parece existir sobre el papel, que hoy es un agregado de lo que hace Interior, luego Defensa y se invita al resto a aportar lo que quiera.
En enero de 2015 el Gobierno aprobó un llamado  Plan Estratégico Nacional de Lucha contra la Radicalización Violenta, "un instrumento que previene y evita el surgimiento y desarrollo de procesos de radicalización violenta y extrema y su posible evolución hacia el terrorismo". Tan pomposo nombre y explicación se ha traducido en una página web para denuncias anónimas y algún tuit en árabe traído de EEUU; algo se hace en las cárceles que no se cuenta.
Sobre localización de los riesgos y amenazas, "los principales focos actuales de inestabilidad en las zonas vitales para la Seguridad Nacional, el Sahel, el norte de África, el Cuerno de África (sin ningún ejemplo de piratería en todo el año) y el Golfo de Guinea, son motivo de especial seguimiento", se nos dice, y se recuerda el protagonismo español en actuaciones OTAN, que tenemos 300 militares en Irak y no se menciona la voluntad de ampliar ese contingente.
El interés nacional por el Golfo de Guinea y el accidente del pesquero ruso Oleg Naydenov en aguas de Canarias, con un considerable vertido de combustible, son dos temas de interés para un periodista en activo, para investigar lo que no se encuentra en este informe.
Hay que reconocerle al Gobierno Rajoy que ha aprovechado estos meses en funciones para cerrar diferentes balances de gestión (acaba de difundir otro sobre Marca España), con una utilidad electoral bastante directa. Y también que innova en cuanto a este tipo de informes, que superan la tradicional Memoria de ministerios, salta por encima de la moda de hacer un Informe de Responsabilidad Corporativa, tendencia que acabó con la crisis, y presenta un informe propio con la apariencia de que te lo hace alguien externo.
El telediario del mediodía de La 1 de TVE del domingo 29 de mayo destinó sus primeros 20 minutos a glosar la victoria del Real Madrid en la final de la Champions League. La siguiente noticia de ese día para el editor del informativo público fue el 25 aniversario del atentado de ETA contra la casa-cuartel de Vic. Y después ya llegó lo que había ocurrido en España y en el mundo.
Marca España y Seguridad Nacional arrancaron el telediario, dirán en Moncloa forzando algo el argumento.
Siempre innovando.

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