Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Europa debe implicarse más en la seguridad internacional,
“no puede ser un free rider”, expresión anglosajona que se podría
interpretar como el polizón que se sube a un barco, alguien que consume
más que una parte equitativa de un recurso, en el caso militar alguien que se
beneficia de un sistema defensivo aunque se niegue a contribuir a su
sostenimiento.
Ante alrededor de 300 estudiantes de la madrileña
Universidad Rey Juan Carlos en su campus de Vicálvaro, Javier Solana ofreció
ayer su visión sobre la actualidad internacional, los principales conflictos y
una referencia más detenida a Europa, ejemplo de la utilidad de construir un
sistema de seguridad compartido, a través de la Alianza Atlántica y la
Unión Europea, que hace imposible un conflicto militar entre sus miembros,
logro especialmente destacable –dijo- teniendo en cuenta que Europa provocó las
dos guerras mundiales del siglo XX y cuenta con una historia de enfrentamientos
bélicos entre sus países miembros.
La carencia precisamente de una estructura de seguridad es
un elemento común que Solana destacó en los dos principales focos de
inestabilidad de nuestros días: Oriente Medio (Irán, Siria, conflicto
israelo-palestino) y Pacífico-Mar de China (disputa por la soberanía de
ciertos archipiélagos entre China, Japón y Corea del Sur): “no cuentan con
estructuras de seguridad regionales donde pueda desactivarse una crisis”, por
lo que es muy aconsejable favorecerlas, tanto en el Pacífico como “en Oriente
Medio, donde es difícil que los desacuerdos no se conviertan en conflicto”.
Lo anterior lleva a Solana a afirmar que “la estructura de
seguridad en Europa es la más perfecta del mundo”, aunque lejos de caer en la
autocomplacencia abogó por una mayor implicación de la Unión Europea en la
seguridad internacional: “en Europa ya no habrá guerra, pero tenemos
obligaciones en otras partes del mundo”.
Para quien fue primer responsable de política exterior de la
UE entre 1999 y 2009 –Mr Pesc-, “la seguridad es un bien público global,
es un bien de todos pero todos debemos contribuir”, señaló animando a Europa a
intensificar su papel internacional como proveedor de seguridad en mayor medida
en que lo hace.
Esas otras partes del mundo a las que hace referencia “el
más internacional de los políticos españoles”, como lo definió al inicio del
acto el exministro de Defensa Eduardo Serra, las principales preocupaciones
para Europa proceden hoy de dos regiones vecinas como el Sahel y la Europa
oriental, ejemplificado con fenómenos como el terrorismo creciente en el
Sáhara y su límite meridional con países muy débiles como Níger, Nigeria, Malí;
y las actuales tensiones que se viven en Ucrania y otros países cercanos que
Rusia considera bajo su zona de influencia, “ahí tenemos un problema que
creíamos que estaba más resuelto, no llegará a conflicto pero sí generará
tensiones relacionadas con el comercio”.
“La UE ha estado mucho tiempo mirándose a sí misma”,
especialmente ocupada en la economía durante los últimos años, y destacó que “somos
la primera potencia económica mundial, 500 millones de habitantes, somos la
primera potencia comercial mundial, pero no somos la primera potencia en
seguridad”.
Aunque Solana dice que no espera ver en mucho tiempo “un
ejército europeo desfilando tras una bandera europea”, una defensa integrada
común, sí considera imprescindible una cooperación más estrecha entre los 28
que significaría por si solo “un cambio radical”. Se refiere en este punto a
que “hay que poner en común las capacidades al servicio de quien sea o lo que
sea necesario”, ya que no tiene sentido dividir o repartir los esfuerzos entre
requerimientos nacionales, la UE y la OTAN.
En relación con la actualidad nacional, Solana hizo
referencia a la Estrategia Española de Seguridad que coordinó bajo el Gobierno
de Rodríguez Zapatero, reemplazada por el Gobierno de Rajoy este mismo 2013,
que contenía dos objetivos: incrementar la conciencia entre los españoles sobre
la importancia de la seguridad y tratar de poner los medios. Sin embargo mostró
su esperanza –lo que significa que hoy no se produce- en que este tipo de
documentos estratégicos se conviertan en operativos.
Una segunda referencia nacional de Javier Solana se dirigió
hacia la base naval de Rota, que ha incrementado recientemente su
actividad y relevancia por su participación en el escudo antimisiles de EE.UU.
–albergará cuatro destructores norteamericanos a partir de 2014-, con especial
importancia además por el papel que puede jugar o ya lo está haciendo en
relación con África, circunstancias que consideró muy positivas para nuestro
país.
Resto arqueológico de la década de los 80 del siglo XX. |
El hoy presidente del Centro de Economía y Geopolítica
Global de la escuela de negocios ESADE utilizó especialmente su experiencia y
su visión a largo plazo para referirse a la globalización y el aparente
multilateralismo del mundo actual. Reconociendo que la situación
geopolítica mundial es hoy menos peligrosa que en tiempos de la guerra fría,
que la seguridad ha cambiado de forma muy importante tras la caída del muro de
Berlín y que hoy las guerras tradicionales entre Estados son cada vez más
escasas, “en el plano militar el mundo es menos multipolar de lo que creemos”,
en alusión a que Estados Unidos gasta en armamento más que todo el resto del
mundo junto, circunstancia que cambiará pero a medio plazo.
“En el plano económico sí vivimos un mundo multipolar”. En
este sentido destacó que hoy podemos encontrar en el mundo siete países
–Brasil, México, India, China, Indonesia, Turquía y Rusia- con una capacidad
económica equiparable al G-7, restringido club donde no tienen asiento. En esta
línea apuntó a que en la actualidad de las diez economías más importantes del
mundo cuatro son europeas, en veinte años serán sólo dos y en una generación
puede no quedar ninguna.
En el caso de Javier Solana no parece funcionar el tópico de
que optimismo e información no son del todo compatibles. Animó a los presentes
a participar activamente en las próximas elecciones al Parlamento Europeo y a
la construcción del proyecto político europeo. “Hay deseo de Europa en el
mundo, sigamos construyendo, fuera de Europa o sin Europa el mundo sería
peor”, afirmó, “la desafección con Europa es muy comprensible, pero fuera de Europa
hace un frío que pela”, frase esta última que atribuyó al también exministro de
Exteriores Francisco Fernández Ordóñez.
Eurropa (Fuente: www.Acordem.org). |
Gran conocedor de la política comunitaria, Solana defiende además la capacidad de acción que tiene España en la UE: “De Europa no nos imponen nada, nosotros somos Europa, estamos allí sentados, otra cosa es que defendamos bien o no nuestros intereses; distingamos bien, los daños (de la actual crisis) sin Europa serían probablemente mucho peores”.
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